Iberdrola separará los activos de renovables y los de generación térmica en dos sociedades distintas
Iberdrola prevé agrupar en una sociedad sus activos de generación renovable, incluida la hidroeléctrica, y los separará de sus activos de generación térmica, que serán asimismo recogidos bajo el paraguas de otra nueva sociedad, dentro de un proceso de reestructuración societaria de la compañía.
La energética llevará a cabo una escisión desde Iberdrola Generación, la sociedad cabecera de negocios del grupo en la que agrupa las actividades liberalizadas de generación eléctrica y comercialización de energía eléctrica y gas natural.
Según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), la energética aprobó el pasado 24 de noviembre la escisión parcial sin extinción de Iberdrola Generación mediante la transmisión en bloque y por sucesión universal de sus ramas de actividad generación de energía eléctrica de procedencia térmica a favor de una sociedad de nueva creación, Iberdrola Generación Térmica.
El objetivo es traspasar a esta nueva sociedad la producción procedente de las centrales térmicas de carbón, los ciclos combinados, las plantas de cogeneración, así como las nucleares.
Se conformará Iberdrola Renovables Energía, que contará con la eólica, tanto terrestre como marina, así como con la generación hidráulica. De hecho, esta idea del grupo de incluir sus centrales hidroeléctricas bajo el mismo paraguas de las renovables no es nueva y trabaja con ella desde principios de este año.
Esta decisión de segregación de sus activos en dos sociedades deberá contar con el visto bueno de las autoridades reguladoras pertinentes, por lo que no será inmediata, añadieron en fuentes de la compañía.
El grupo energético presidido por Ignacio Sánchez Galán ha realizado una apuesta total por las energías limpias en el marco de su lucha contra el cambio climático.
Iberdrola solicitó hace unas semanas al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital el cierre de sus plantas térmicas de Lada (Asturias) y Velilla (Palencia), que suman una potencia conjunta de 874 megavatios (MW), con el fin de completar el proceso de clausura de todas sus centrales de carbón en el mundo.
La energética defiende que el cierre de la dos centrales no afectará a la seguridad del suministro eléctrico; ni al precio de la energía al ser su producción inferior al 1% del total nacional de España; ni al empleo, ya que recolocará al 100% de la plantilla.
No obstante, el Ministerio de Energía respondió a la solicitud de Iberdrola casi de inmediato, con la activación del real decreto para endurecer el cierre de centrales eléctricas en España.
Con la aprobación de este real decreto, cuyo borrador fue enviado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el Gobierno busca contar con una medida regulatoria con la que asegurar que las decisiones de cierre de centrales son coherentes con los instrumentos de planificación energética y, de esta manera, son compatibles con los objetivos en materia de seguridad del suministro, sostenibilidad y precio de la energía.
El pasado jueves, el distanciamiento entre Nadal y Galán quedó escenificado en la reunión que mantuvieron en la sede del Ministerio, junto con los presidentes autonómicos de Castilla y León y Asturias, Juan Vicente Herrera y Javier Fernández, respectivamente, para tratar la petición de cierre de estas dos centrales.
Tras la reunión, Nadal acusó a Iberdrola de «falta de flexibilidad y de alternativas» para dar con una solución que permita la venta de sus centrales, ya que su deseo es dejar de contar con el carbón en su ‘mix’, y reafirmó su intención de seguir adelante con el real decreto para endurecer los motivos para cerrar centrales.
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